Una Princesa con Pelo de Galleta

Hace 2 años, en un lugar muy muy lejano, donde siempre sale el sol y el paisaje es dorado...

Existía una princesa con pelo de galleta que andaba triste.

Andaba triste por que su principe azul no era azul, era mas bien rojo, rojo alarma de "sal corriendo" y una princesa no puede tolerar eso mucho tiempo, las princesas necesitan un principe azul, pero azul, azul, de esos que te abren la puerta del coche y te dejan su chaqueta si hace frío.

Y precisamente el que tenía no era así.

Entonces decidió mandar a ese fallo de principe a su casita con su bicicletita, despues de todos los malos ratos que le dió pasaron los dias calurosos en su cuarto, habia fiesta fuera pero ella
estaba triste, triste de desamor, triste de decepcion...

Hasta que por una ventanita al mundo miró y vió

Y de repente lo tuvo claro. Lo vió. ¡Ése era su príncipe azul!

Ése de barbas pobladas, ése que era tan duro como una piedra y tan blando como un osito, ése que la hacia reir ¡por fin lo habia encontrado!

Qué suerte tuvo de verlo tan claro, qué suerte tuvo de ser tan lanzada, y qué suerte tuvo de poder enamorarlo!

Él siempre había estado ahí pero ella nunca lo había visto por que era un príncipe de tierras sombrías, de tierras húmedas y verdes, situadas a miles de kilómetros de sus campos dorados...

Aun así, pese a la lejanía, él consiguió sacarle una sonrisa, una primero, y mil después
e hizo que se sintiera como una verdadera princesa...

...y así empezó todo...

De Gisela Arreola.