Nació en Valladolid, Michoacán (hoy Morelia), y estudió durante los primeros años de su vida con su abuelo materno. La muerte del padre en 1779 significó un importante cambio. Confiado a la custodia de su tío Felipe Morelos, se trasladó a una hacienda cerca de Apatzingán y se dedicó primero a la labranza y, poco después, a conducir como arriero una recua de mulas que su tío empleaba para transportar los ricos cargamentos de mercancías entre el puerto de Acapulco, terminal de los galeones de Manila, y la ciudad de México...
En 1789, entró al seminario de Valladolid en el colegio de San Nicolás. Allí tuvo ocasión de conocer al rector Miguel Hidalgo y Costilla, se graduó en 1795. En 1799, fue nombrado cura de Carácuaro, donde permaneció hasta 1810.
Fue comisionado el 20 de octubre de 1810 en Charo (Michoacán), como jefe insurgente en el sur de México, encargado de tomar ciudades importantes y cortar la comunicación con los países de Asia Oriental, y su principal encomienda fue tomar el puerto de Acapulco, considerado estratégico para la comunicación de la Nueva España.1 Asumió el liderazgo del movimiento independentista tras la muerte en 1811 del cura Hidalgo
Ayudado de muchos lugartenientes, logró conquistar la mayor parte del sur del país y parte del centro, en la región del actual estado de Morelos, el 2 de mayo de 1812, su acción militar más famosa, el Sitio de Cuautla, en la ciudad homónima, que lo convirtió en el principal enemigo del ejército realista.
Se le reconoce un incipiente genio de estratega militar, despiadado y cruel en algunas ocasiones, y capaz de enfrentarse y doblegar en varias ocasiones a los ejércitos realistas superiores en número, bajo el mando del temible Félix María Calleja.
Organizó el Congreso de Anáhuac, donde Morelos presentó sus Sentimientos de la Nación en donde Trató además de dar forma política a sus ideales de justicia e igualdad. El Congreso otorgó a Morelos un amplio poder ejecutivo y puso las bases para una Constitución liberal y democrática que sería aprobada 22 de octubre de 1814, en Apatzingán, la primera Constitución de México, aunque Morelos después declaró que "es mala por impracticable".
Fue capturado el 5 de noviembre de 1815 en Temalaca, por el coronel Manuel de la Concha. Conducido a la ciudad de México, el 22 de noviembre de 1815 se iniciaba el primero de la serie de juicios a que fue sometido, ya que las autoridades militar, eclesiástica y civil se disputaron el derecho a condenarlo. Iniciado con toda rapidez, el primer juicio terminó el día 23 y enseguida se presentó al prisionero ante el temible tribunal de la Inquisición, que lo incriminó por abandono de las doctrinas de la Iglesia y la adopción de herejías de autores malignos. El juicio estatal se celebró el día 28 y su declaración, registrada y anotada por el propio Morelos, constituye una de las fuentes de información más valiosas sobre el movimiento de independencia. Finalmente fue fusilado, el 22 de diciembre de 1815.
En 1828, su ciudad natal recibió el nombre de Morelia. En 1869, Benito Juárez decretó la creación del Estado que lleva su nombre. El 16 de septiembre de 1925, sus restos fueron llevados a la Columna de la Independencia, donde actualmente reposan.
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