Yase aquí la palabra olvidada,
delicadas frases posibles a recordar;
miles de sentimientos que terminan en nada,
ilusiones perfectas que pretenden prohibir.
El cielo infinito ya no es azul,
las flores se tornaron de un pálido gris;
el mar cristalino ha perdido su luz,
y el arcoriris ha dejado de sonreir.
Eres polvo que se esparce en el viento,
el eco de un grito que nadie escuchó;
susurro que suplica por una vida,
de aquel corazón que poco a poco se extinguió.
Llama que quema de noche y de día,
fuerte veneno que me insita a morir;
ni porque de esto dependa toda tu vida,
hasta el vuelo de un ave dejará de existir.
Ésto está dedicado, a todos aquellos que en sus rutinas diarias, omiten el preservar la naturaleza, el aroma de una flor, ó el espectáculo de un nuevo atardecer;
ya que todos sus actos conllevan a la destrucción de algo que no es nuestro: El Planeta. Ahora y por siempre sonríele a la vida, no la destruyas.
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