Así, FACHON, en negrita y con rojo pa' que resalte.
A ver si se acuerdan algunos de estos pequeños objetos que en su momento fueron de culto para los chavos de secundaria hasta prepa:
Los Chupones de Colores.
Eran chupones de plástico de tamaño pequeño para colgarse al cuello. Los había de colores muy vistosos, generalmente de plástico transparente. Muchos usaban de a 3 o 4. Poco después salieron unos más pequeños en aretes y había también enormes, aunque nunca supe de nadie que comprara uno.
Se supone que la razón de la moda fue una protesta en contra del aborto. Si esto fue cierto, pues resultó ser muy llamativa, pero no creo que haya obtenido resultados. Si no fue cierto entonces que fácil fue colgarse de la moda.
Chinitos de Colores.
Eran unas figuras hechas en madera (dos pequeñas bolitas pegadas con Kola Loka, pintadas simulando caritas de chinos amarradas con hilo Omega del mismo color de la pintura), de tamaño muy pequeño. Por lo general se amarraban a una pulsera o a los cierres de la mochila. Era común ver gente con una sola pulsera y 10 chinitos colgando de ella.
La mayoría coleccionaba toda la gama de colores porque según la tradición cada color era de suerte en un determinado aspecto, por ejemplo, el verde era salud, el amarillo era dinero, el azul era amistad, el rojo era amor y el negro era sexo.
Plumas con nombre tejido.
Las plumas Bic, son de los artículos escolares mas famosos, al menos en México. Deben su fama a varias razones. Una de ellas, importantísima para el melómano que gustaba de cargar para todos lados su Walkman (el de casette, no el actual reproductor de mp3), era el cargar siempre con una pluma Bic, de las transparentes o de las amarillas, sin importar el color de la tinta y sin importar si tenían o no el tapón. La razón es muy simple: era la única pluma que podía entrar en los orificios del cassette para poder adelantar o retrasar la cinta. Esto significaba un ahorro en el rendimiento de las baterías, que por lo general eran las poderosísimas everready.
El otro aspecto que las convierte en objeto de culto, son las plumas tejidas.
No se a quién se le que las plumas Bic eran muy sosas, como sin personalidad, así que creó una técnica para, con hilos de colores poder, decorar los boligrafos mas famosos de México. Hilo Omega de tamaño 3, de cualquier color, hilaza Ancla o Carmencita de color contrastante, Kola Loka, un encendedor o cerillos y la pluma obviamente. La técnica requiere paciencia, tiempo y música para no aburrirse. Los resultados varían en cuanto a la experiencia y la ortografía del que haga el trabajo, pero por lo general es similar al de los que las venden en el centro.
Pulseras Tejidas.
Pulseras confeccionadas generalmente con hilaza de diferentes colores, de la cual la mas famosa marca es la "Ancla", ya que es la de mejor color y la que nunca se rompía. Si no había mucho presupuesto se hacía con hilaza "Carmencita", que era mas barata. La hilaza es la misma que se usa para los trabajos de bordado en la primaria.
Lo mas chido de estas pulseras es que uno mismo las hacía. Calculando el tamaño de la muñeca de cada uno, se cortaban 5 hilos de un mismo color del tamaño de la muñeca al hombro y 5 del mismo tamaño pero de otro color. Luego se juntaban todos y se anudaban para comenzar a tejerla. Se necesitaba un seguro para sostener el amarre en nuestro pantalón, generalmente de mezclilla. Luego se separaban los hilos de un color, y se comenzaba a hacer 2 nudos con el primer hilo y el siguiente. Al terminar el primer hilo ahora toma el segundo lugar y ahora se hacen los 2 nudos con el segundo y tercer hilo y así hasta terminar con los 9 hilos. Ahora se repite con cada hilo que vaya quedando a la izquierda.
Era muy común encontrarse a algún chavo haciendo nudos en la calle cuando no había juego de fut o en algún descanso de la escuela. Y cuando se ocupaba, solo tomaba sus hilos y los echaba a la bolsa del pantalon.
Chismógrafo.
Cuaderno en el cual se escribía una pregunta en la parte superior de cada página y se numeraban cada uno de los renglones para luego, prestarlo a los comañeros de clase, los primos, amigos del barrio y que contestaran todo el cuestionario. Las preguntas eran desde los datos más básicos, como el cumpleaños, la dirección o el telefono, hasta las mas simples y a veces hasta estúpidas, como el número de almohadas con las que se duerme, el refresco favorito, cada cuando te bañas, que jabón usas, babeas al dormir, etc.
El objetivo era muy simple, enterarte de los secretos del amigo, de que si le gustaba fulano a fulanita, o si fulano y fulana eran novios, bajo el simple concepto de contestar siempre la verdad.
Los Boletos del Camión
Una de las cosas que todos hicimos alguna vez fue subirnos a un camión que te diera un boleto. Esto lo hicimos al ir a la escuela o al regresar a casa. Y no es juego ni moda, pero sí había una tradición y una leyenda urbana detrás de estos boletitos.
La tradición era la del poderoso "21". Cada boleto tenía su número que por lo general contaba con al menos 6 cifras. Si al contar las cifras daba como resultado 21, te podías sentir privilegiado ya que era un pase al amor. La tradición dicta que tu puedes intercambiar un 21 que te haya salido en el camión por un beso de la chica de tus sueños. Conozco gente que así dio su primer beso y algunos otros su primer cachetada.
La leyenda urbana, y la menciono así porque nunca la comprobé, era que algun amigo llegara con la petición de que le juntaras todos los boletitos de camión que pudieras, que porque en quien sabe que hospital o en que asilo cambiaban 1000 boletos por una silla de ruedas. En alguna ocasión yo le llegué a juntar a mi amiga como 300 boletitos y como nunca volvió a pedirlos nunca se los di. Les pondría una foto pero todavía no los encuentro, aunque supongo que ya fueron a dar al boiler o a la basura.
El plástico de burbujas.
Nadie , y digo nadie casi sin temor a equivocarme, se resiste a tronar las bolitas del plástico de burbujas. ¿Por qué? No lo se y la verdad no me importa, pero es igual de adictivo como pisar cucarachas.
Lámparas hechas con Lata de Aluminio.
Con eso de las manualidades que le enseñan a uno en la escuela, a veces salen cosas interesantes, como las lámparas hechas con lata de aluminio, como la de los refrescos. La gente sin mucha paciencia hacía como la de la foto. La que tenía paciencia, y mucho tiempo que perder, le hacía agujeros a la lata con un alfiler y le ponía un foco debajo. No daba mucha luz pero a oscuras se veía chido.
Orejitas de latas de aluminio.
Es una tradición que al abrir una lata de refresco se le quite la orejita y se almacene o se tire por separado. Una que porque el aluminio es mas puro y te dan mas dinero cuando lo vendes. Pero hace algunos años los chavos las juntaban para adornar sus vestimentas. Principalmente pantalones de mezclilla. Otras chavas hacían aretes. Fue la época de la ropa reciclada.
Algunos osados hasta bolsas y lámparas hicieron con ellas.
Ojalá les gusten estos ejemplos, y se den cuenta que las modas de hoy, quizas son continuación de las de antes. No digo que unas sean mejores o peores, simplemente es por mostrar lo que había antes y que hoy, muchos recordamos y vemos reflejadas en las modas actuales.
Saludos.
A ver si se acuerdan algunos de estos pequeños objetos que en su momento fueron de culto para los chavos de secundaria hasta prepa:
Los Chupones de Colores.
Eran chupones de plástico de tamaño pequeño para colgarse al cuello. Los había de colores muy vistosos, generalmente de plástico transparente. Muchos usaban de a 3 o 4. Poco después salieron unos más pequeños en aretes y había también enormes, aunque nunca supe de nadie que comprara uno.
Se supone que la razón de la moda fue una protesta en contra del aborto. Si esto fue cierto, pues resultó ser muy llamativa, pero no creo que haya obtenido resultados. Si no fue cierto entonces que fácil fue colgarse de la moda.
Chinitos de Colores.
Eran unas figuras hechas en madera (dos pequeñas bolitas pegadas con Kola Loka, pintadas simulando caritas de chinos amarradas con hilo Omega del mismo color de la pintura), de tamaño muy pequeño. Por lo general se amarraban a una pulsera o a los cierres de la mochila. Era común ver gente con una sola pulsera y 10 chinitos colgando de ella.
La mayoría coleccionaba toda la gama de colores porque según la tradición cada color era de suerte en un determinado aspecto, por ejemplo, el verde era salud, el amarillo era dinero, el azul era amistad, el rojo era amor y el negro era sexo.
Plumas con nombre tejido.
Las plumas Bic, son de los artículos escolares mas famosos, al menos en México. Deben su fama a varias razones. Una de ellas, importantísima para el melómano que gustaba de cargar para todos lados su Walkman (el de casette, no el actual reproductor de mp3), era el cargar siempre con una pluma Bic, de las transparentes o de las amarillas, sin importar el color de la tinta y sin importar si tenían o no el tapón. La razón es muy simple: era la única pluma que podía entrar en los orificios del cassette para poder adelantar o retrasar la cinta. Esto significaba un ahorro en el rendimiento de las baterías, que por lo general eran las poderosísimas everready.
El otro aspecto que las convierte en objeto de culto, son las plumas tejidas.
No se a quién se le que las plumas Bic eran muy sosas, como sin personalidad, así que creó una técnica para, con hilos de colores poder, decorar los boligrafos mas famosos de México. Hilo Omega de tamaño 3, de cualquier color, hilaza Ancla o Carmencita de color contrastante, Kola Loka, un encendedor o cerillos y la pluma obviamente. La técnica requiere paciencia, tiempo y música para no aburrirse. Los resultados varían en cuanto a la experiencia y la ortografía del que haga el trabajo, pero por lo general es similar al de los que las venden en el centro.
Pulseras Tejidas.
Pulseras confeccionadas generalmente con hilaza de diferentes colores, de la cual la mas famosa marca es la "Ancla", ya que es la de mejor color y la que nunca se rompía. Si no había mucho presupuesto se hacía con hilaza "Carmencita", que era mas barata. La hilaza es la misma que se usa para los trabajos de bordado en la primaria.
Lo mas chido de estas pulseras es que uno mismo las hacía. Calculando el tamaño de la muñeca de cada uno, se cortaban 5 hilos de un mismo color del tamaño de la muñeca al hombro y 5 del mismo tamaño pero de otro color. Luego se juntaban todos y se anudaban para comenzar a tejerla. Se necesitaba un seguro para sostener el amarre en nuestro pantalón, generalmente de mezclilla. Luego se separaban los hilos de un color, y se comenzaba a hacer 2 nudos con el primer hilo y el siguiente. Al terminar el primer hilo ahora toma el segundo lugar y ahora se hacen los 2 nudos con el segundo y tercer hilo y así hasta terminar con los 9 hilos. Ahora se repite con cada hilo que vaya quedando a la izquierda.
Era muy común encontrarse a algún chavo haciendo nudos en la calle cuando no había juego de fut o en algún descanso de la escuela. Y cuando se ocupaba, solo tomaba sus hilos y los echaba a la bolsa del pantalon.
Chismógrafo.
Cuaderno en el cual se escribía una pregunta en la parte superior de cada página y se numeraban cada uno de los renglones para luego, prestarlo a los comañeros de clase, los primos, amigos del barrio y que contestaran todo el cuestionario. Las preguntas eran desde los datos más básicos, como el cumpleaños, la dirección o el telefono, hasta las mas simples y a veces hasta estúpidas, como el número de almohadas con las que se duerme, el refresco favorito, cada cuando te bañas, que jabón usas, babeas al dormir, etc.
El objetivo era muy simple, enterarte de los secretos del amigo, de que si le gustaba fulano a fulanita, o si fulano y fulana eran novios, bajo el simple concepto de contestar siempre la verdad.
Los Boletos del Camión
Una de las cosas que todos hicimos alguna vez fue subirnos a un camión que te diera un boleto. Esto lo hicimos al ir a la escuela o al regresar a casa. Y no es juego ni moda, pero sí había una tradición y una leyenda urbana detrás de estos boletitos.
La tradición era la del poderoso "21". Cada boleto tenía su número que por lo general contaba con al menos 6 cifras. Si al contar las cifras daba como resultado 21, te podías sentir privilegiado ya que era un pase al amor. La tradición dicta que tu puedes intercambiar un 21 que te haya salido en el camión por un beso de la chica de tus sueños. Conozco gente que así dio su primer beso y algunos otros su primer cachetada.
La leyenda urbana, y la menciono así porque nunca la comprobé, era que algun amigo llegara con la petición de que le juntaras todos los boletitos de camión que pudieras, que porque en quien sabe que hospital o en que asilo cambiaban 1000 boletos por una silla de ruedas. En alguna ocasión yo le llegué a juntar a mi amiga como 300 boletitos y como nunca volvió a pedirlos nunca se los di. Les pondría una foto pero todavía no los encuentro, aunque supongo que ya fueron a dar al boiler o a la basura.
El plástico de burbujas.
Nadie , y digo nadie casi sin temor a equivocarme, se resiste a tronar las bolitas del plástico de burbujas. ¿Por qué? No lo se y la verdad no me importa, pero es igual de adictivo como pisar cucarachas.
Lámparas hechas con Lata de Aluminio.
Con eso de las manualidades que le enseñan a uno en la escuela, a veces salen cosas interesantes, como las lámparas hechas con lata de aluminio, como la de los refrescos. La gente sin mucha paciencia hacía como la de la foto. La que tenía paciencia, y mucho tiempo que perder, le hacía agujeros a la lata con un alfiler y le ponía un foco debajo. No daba mucha luz pero a oscuras se veía chido.
Orejitas de latas de aluminio.
Es una tradición que al abrir una lata de refresco se le quite la orejita y se almacene o se tire por separado. Una que porque el aluminio es mas puro y te dan mas dinero cuando lo vendes. Pero hace algunos años los chavos las juntaban para adornar sus vestimentas. Principalmente pantalones de mezclilla. Otras chavas hacían aretes. Fue la época de la ropa reciclada.
Algunos osados hasta bolsas y lámparas hicieron con ellas.
Ojalá les gusten estos ejemplos, y se den cuenta que las modas de hoy, quizas son continuación de las de antes. No digo que unas sean mejores o peores, simplemente es por mostrar lo que había antes y que hoy, muchos recordamos y vemos reflejadas en las modas actuales.
Saludos.
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