Como nunca te he querido.

El día de hoy les presentamos el escrito que un amigo nos confió para publicar en nuestra página, espero lo disfruten tanto como nosotros lo hicimos. Recuerden dejar cualquier sugerencia crean necesaria para mejorar su sección. Les deseamos un excelente día.

Hoy estoy dispuesto a todo, 

hoy necesito de nuevo esa dureza en mis palabras 

que me hacen parecer el hombre fuerte y seguro,

el cual no necesita de nadie.

Hoy te he lastimado como nunca creí hacerlo,

hoy, al igual que tú, siento que mi vida se acaba.

No sé porque ahora que te doy tu libertad dices que te quito la vida.

Me sorprendió tu actitud,

por primera vez hiciste a un lado tu gran orgullo,

y me demostraste la falta que te hago, pero, es demasiado tarde,

pues tomé una decisión y es definitiva.

En verdad nunca pensé hacerlo, pero tenía que ser así.

Tenía que ser yo quien lo dijera, de lo contrario nunca hubiéramos terminado.

Me aseguras que no es verdad.

Permanezco en silencio

mientras escucho tus sollozos

me desgarran por dentro,

e intento disimularlo.

Quisiera decirte que no es verdad,

que te sigo amando como el primer día,

pero no es así, ya no más.

Ésta es la primera vez.

Me pides una disculpa con lágrimas y no con ira,

la primera vez que me buscas porque quieres verme,

me llamas por querer escucharme,

única vez que haces a un lado tu gran orgullo y dejas paso al amor...

Porque hasta ahora, ambos tuvimos las mismas oportunidades para ofrecer una disculpa.

Siempre fuí yo quien pidió disculpas por ambos,

hoy te disculpo, mas no puedo corresponderte.

-¿Porqué tan pronto se te acabó el amor?- preguntas con la voz entre cortada,

-No, me cansé de ser menospreciado, de tus desaires. No quiero que sientas lo que yo.-

Por eso hoy te quiero como nunca te he querido. Lejos de mí,

Porque solo así puedo no lastimarte...

porque solo así puedes no lastimarme...

Solo así nos recordaremos con un poco de cariño cuando sanen las heridas.

Por eso hoy, 

hoy te quiero
como nunca te he querido,

lejos de mí.

S. Urquizu