Los chocolates son piezas dulces aderezadas con el amargo sabor de la historia y lo antiguo. Por eso gustan a chicos y a grandes.
Por eso nadie se resiste a una de estas pequeñas dosis de felicidad. Son tentación del pequeño infante como del anciano.
Se acompañan de frutos secos, cereales, granos y semillas. Se derrite sobre frutos jugosos, tanto ácidos como dulces.
Se encierra en cápsulas de confite o se llena de cacahuates, arroz inflado y demás elementos. Se presenta derretido en fuentes para bañar malvaviscos o se coloca sobre pequeños pastelitos.
Lo usamos para entretenimiento y lo negamos a la hiperactividad. Se bebe caliente y se disfruta helado. Y en helado. Lo mordemos con placer, lo untamos con más placer.
Prohibido por salud y recomendado por salud. Utilizado para jugar juegos inocentes, y definitivamente no tan inocentes.
Es tan antiguo como nuestras raíces y sigue tan vigente como las patentes lo permitan.
Hoy yo quiero un Chocolate.
Redacción:
Drhino.
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